No vamos a dedicar tiempo a contar de nuevo la historia de las tragamonedas, ese trabajo ya ha sido hecho en muchas ocasiones y por gente muy variada, así que, seguramente no merezca la pena volver a contar la historia de Charles Fey y su tragamonedas Liberty Bell. Mejor, dediquemos el poco espacio que tenemos a hablar sobre los diferentes tipos de tragamonedas, o tragaperras, como se las conoce en la calle.

Podemos efectuar una primera clasificación en base al número de rodillos con que cuentan, el número de líneas de premio a las que puede optar el jugador y a los botes o jackpots, como se dice en el argot de los casinos, que ofrecen al apostante.

Estas tres combinaciones permiten a los diseñadores de máquinas una gran libertad de creación a la hora poner en el mercado sus ingenios, aplicando formas, estilos y combinaciones de juego diferentes.

Si nos referimos al número de rodillos, digamos que existen dos grandes grupos, las de tres y las de cinco rodillos. Digamos que las de cinco permiten un número superior de combinaciones y, como consecuencia, un número superior también de líneas de premio, aunque evidentemente alcanzar uno de los grandes premios es también más difícil.

Si hablamos de los premios acumulados, podríamos establecer la diferencia al hablar de botes clásicos y botes progresivos. ¿En qué consiste un bote o jackpot clásico? Cada máquina acumula una cantidad de dinero siempre igual con la que premia al jugador afortunado. Sin embargo, los botes progresivos de las tragaperras de los casinos online, que también se aplican en la actualidad en casinos reales, se caracterizan por que afectan a varias máquinas, que pueden estar unidas en red, en un único casino o en varios casinos.

Esta es la razón que hacer que los premios puedan llegar a ser realmente importantes. De esta forma, la globalización entra también en el mundo de los casinos: cualquier jugador, en cualquier parte del mundo, puede hacer subir el bote de una máquina, real o virtual, situada en un lugar a miles de kilómetros de distancia.

Los jackpots progresivos se aplican también a máquinas de vídeo póker, en las que el valor del bote aumenta tras cada partida. Se trata del mismo caso, múltiples jugadores en el ámbito de la red juegan al mismo tiempo y contribuyen a incrementar rápidamente el bote.

¿Y cómo saben los jugadores el valor del jackpot progresivo en cada momento? Bien, la máquina muestra un medidor de jackpot, una especie de jackpotmetro, podríamos decir hablando en broma.
¿Hay alguna regla para llevarse este bote progresivo? Pues no, no hay reglas estandarizadas para todos los casinos, cada uno lo aplica según sus criterios. Lo normal es dar el premio a un jugador que ha alcanzado una buena jugada, una escalera de color si hablamos de póker, o una línea con las figuras más valiosas si hablamos de tragamonedas.

Ahora solo le queda encontrar su tragamoneda preferida en red y buscar ese jackpot que, el día menos pensado, le permitirá jubilarse joven. Suerte.

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