Una de las cosas más importantes en el póker es el procurar evitar en un estado “tilt”. Jugar de forma emocional o perder el control es muy malo, teniendo la seguridad de que nuestros contrincantes no quieren otra cosa que vernos perder el balance y aprovechar esas situaciones, es fundamental controlarnos para jamás caer en esa situación y evitar una gran pérdida de dinero. Si estamos en un estado “tilt”, la pérdida de auto control es absolutamente normal y la única solución es que procuremos ser conscientes de que sólo debe jugarse al póker en estado óptimo y abandonemos la partida. Debemos ser conscientes de que si jugamos sin tener la mente despejada, somos nuestro peor enemigo. Mañana habrá otra partida, el casino no se irá a ningún lado, pero seguramente cuando descansemos, podremos volver a jugar, incluso en unas pocas horas, de forma mucho más estratégica y eficiente, con muchas más posibilidades de ganar.

Lo primero y más importante, es saber qué significa “tilt”.

Muchos jugadores creen que tilt significa jugar partidas de forma muy agresiva y salvaje y jugando muchas manos. Esto es absolutamente incorrecto, ya que eso equivaldría a pensar que todos los jugadores que utilizan la estrategia “maníaco”, que justamente se trata de jugar de esa forma, están en estado tilt. Cuando uno juega de forma agresiva e impulsiva, es una estrategia válida que elegimos, y que no está necesariamente ligado a un estado mental o anímico determinado. Tilt es cuando un jugador , debido a algún problema de salud o emocional, actúa de forma irracional, inusual e incluso extraño. No importa el verdadero motivo, debemos saber que cuando no nos sentimos bien, no deberíamos sentarnos en una mesa (o conectarnos a un casino online) para jugar.

¿Y qué podemos hacer para evitar perder el control?. La mejor y más simple estrategia, ser honestos con nosotros mismos, ser realistas y analizar nuestro estado siempre, sin excepción, antes de entrar a jugar póker o cualquier juego de azar. Si nos sentimos atribulados, infelices, nerviosos, con sueño o si sabemos que algo nos va a distraer, o que el resto de jugadores nos superan en nivel, lo mejor es directamente pasar y no entrar a jugar. Si ya estamos jugando y notamos alguno de los síntomas que hemos nombrado, inmediatamente debemos dejar de jugar, y no permitir que nos convenzan para seguir jugando, Nuestro bolsillo lo agradecerá.

Los jugadores experimentados tienen claro que su habilidad es sólo una parte de la ecuación que los convierte en grandes jugadores. El autocontrol, la determinación y el ser críticos y sinceros consigo mismos son fundamentales para que no seamos justamente nosotros o nuestro estado de ánimo los que hagan que una partida se convierta en un desastre. En póker, aplica la misma máxima que invirtiendo en bolsa: si la tendencia va en nuestra contra, mejor esperar y probar suerte otro día. Es imposible influir en esa tendencia, la persona inteligente sabe elegir sus batallas.

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